Gonzalo Capellán: “No estaba ni en mis cálculos ni en mis previsiones volver siquiera a la política ni menos liderar esta candidatura”

Gonzalo Capellán: "No estaba ni en mis cálculos ni en mis previsiones volver siquiera a la política ni menos liderar esta candidatura"

Rioja2

0

La designación de Gonzalo Capellán como candidato a la Presidencia de la Comunidad de La Rioja por el Partido Popular ha cerrado, al menos aparentemente, unos meses muy convulsos entre los populares, con la visión de un congreso que no ha llegado finalmente a celebrarse y varias 'facciones' que no lograron una propuesta de unidad. El nuevo candidato tiene por delante una colosal tarea, tanto para volver a aglutinar tras su liderazgo al PP riojano (incluidos quienes han protestado por su llegada tachándola de 'dedazo') como para conformar un proyecto electoral y de futuro gobierno que convenza a la sociedad riojana, que en 2019 dio la espalda a la formación popular.

De sus proyectos para estos meses antes de las elecciones y de cómo ha sido su designación como candidato ha querido hablar con Rioja2:

- ¿Cuándo se producen los contactos para su desembarco como candidato del PP?

- Realmente el contacto importante que me pone esta posibilidad sobre la mesa y me hace aceptarlo y tomar una decisión se produce en el mes de septiembre.

- ¿ Y viene a nivel nacional directamente o a nivel regional alguna persona pone su nombre sobre la mesa?

- No se quién pone exactamente el nombre sobre la mesa, lo que yo tengo es una conversación con Alberto Núñez Feijóo donde se me plantea. Primero, por supuesto, hay un intercambio de visión, de situaciones, de La Rioja en general, y luego la posibilidad de encabezar la candidatura en las próximas elecciones autonómicas.

- ¿Cómo veía desde fuera la situación del partido en La Rioja? Llevaba meses, por no decir años, con una convulsión interna...

- Desde fuera yo creo que veía lo mismo que la gente desde dentro. Yo he estado fuera del mundo de la política desde hace algo más de ocho años, en mi vida profesional, en la universidad como docente, pero a la vez es inevitable, conozco a muchísima gente de este partido, por historia, por tradición familiar incluso, y tengo muchísimos amigos en todo lo que podíamos entonces llamar diferentes sensibilidades u opciones ante el hipotético caso de un congreso. Algo que, además, es normal cuando hay un congreso para la Presidencia de un partido.

Y es verdad, hay que reconocerlo, que las heridas que se habían abierto hace años se habían reabierto de alguna manera y el partido tenía una cierta división interna. Esa es la situación que yo percibía. Y, por otro lado, con los tiempos que tenemos y una cita electoral en siete meses, los ciudadanos parecía que reclamaban otra cosa. Pero también es verdad, y se vio en varios momentos, incluso dentro de esas opciones, el mensaje común que quería todo el mundo era el de unidad. Me consta que hubo intentos entre las diferentes opciones pero finalmente llegamos a un escenario en septiembre en que no se había logrado ese acuerdo.

Pero eso hay que separarlo muy claro, porque creo que a veces se ha confundido a la opinión pública. Yo entiendo que es difícil desde fuera entender los mecanismos internos de los partidos. Por un lado está lo que es y debe ser, porque estatutariamente está así contemplado, la elección de un presidente del partido, por un congreso convocado, y por otro la candidatura a la Presidencia de cualquiera de las comunidades autónomas de España que, según los estatutos nacionales, corresponde al Comité Electoral Central a propuesta de su presidente nacional.

Dado que los tiempos no habían hecho posible la unidad y la convocatoria de un congreso, como cualquier organización política de este país, se prioriza la cita que en siete meses tenemos delante, ofrecer a los riojanos un proyecto solvente en el que elegir, esa es la urgencia y lo prioritario. La otra cuestión, creo que menos interesante para los ciudadanos, de quién dirige la vida orgánica de los partidos o de cualquier asociación se producirá en su momento por las vías que están establecidas.

- ¿Rechaza entonces la etiqueta de que ha venido por un 'dedazo'?

- Sí, por supuesto. No es que la rechace, si hacemos un análisis real como el que acabo de realizar... Si me remito a la norma básica y los estatutos del partido establecen que la designación del candidato a la presidencia la hace el comité electoral a propuesta del presidente, pues obviamente lo que se ha hecho es que las personas y el organismo que tiene legal y orgánicamente la competencia, la han ejercido. Si a mí me hubieran nombrado desde esos órganos presidente del Partido Popular diría que, efectivamente, eso había sido una acción fuera de los cauces habituales. Pero es que eso no se ha producido.

Soy el candidato no solo ejerciendo el cauce reglamentario, sino como suele suceder, sometido al criterio del Comité Ejecutivo Regional primero, y la Junta Directiva Regional después, que son los dos grandes órganos representativos salidos de la elección en el último congreso y que unánimemente han propuesto que sea el candidato.

Desde ese punto de vista, tengo no solo la legitimidad sino el respaldo de los órganos representativos. Siento que el cauce es el que está recogido legalmente en los estatutos y siento el apoyo de todos los compañeros de partido que tienen cabida en esos órganos representativos.

- Ya ha podido hablar con las personas que habían mostrado su interés de concurrir a ese hipotético congreso. ¿Cómo han sido esos encuentros? ¿Ha podido limar asperezas?

- Si vemos el resultado vemos que se han limado muchísimo. Esas personas conocen bien los mecanismos internos del partido. Pasa el tiempo del congreso y, desaparecido ese escenario y abierto uno nuevo que es unas elecciones y un candidato, ellos han ido tomando posición y apoyando el nuevo escenario real.

A veces pensamos que estas sensibilidades y opciones que hubo eran personas de partidos diferentes, pero aquí todos están dentro del Partido Popular, han ostentado cargos en el partido con una larga trayectoria y a todos les une que comparten los valores y principios de un proyecto político. Ahora siguen defendiendo ese mismo proyecto, liderado por un candidato a la Presidencia.

- Ha comentado que mantiene muchas amistades dentro del PP riojano. Pero en estos años de ausencia, ¿se ha mantenido vinculado de alguna manera con la vida del partido?

- Cuando hablamos de los órganos representativos... Hay una familia muchísimo más amplia dentro del partido, de cientos y cientos de personas, entre afiliados, simpatizantes, votantes... En ese amplio espectro mantengo unas relaciones personales, no solo por una amplia trayectoria en esta organización, sino porque en diferentes momentos de mi vida he estado en la gestión, como director general, consejero... Eso me ha dado una relación con alcaldes, concejales y simpatizantes muy grande.

Da igual que vaya a tomar un café a cualquier municipio o que lo haga en el ámbito familiar para que venga el alcalde u otras personas a saludarme, a hablar conmigo... Hemos compartido mucho y también es verdad que en los últimos tiempos, estando la situación como estaba, venían a preguntarme. “¿Gonzalo, qué pasa? ¿Por qué no hacemos la unidad?” Yo estaba en la sociedad civil, aunque tampoco se diferencia, porque para ellos es como si estuvieras todo el tiempo y pudieras hacer algo o tuvieras algo que decir o una decisión que tomar. Yo les decía que tranquilidad, que ya se calmaría todo, que no se preocuparan...

- ¿En ese momento se imaginaba que iba a ser usted el encargado de esa unidad como candidato?

- Para nada, no me lo imaginaba (ríe). No estaba en mis planes ni mucho menos. Tras mi vuelta de Londres he retomado plenamente mi profesión, mi trabajo como profesor en la Universidad, haciendo algo que no solo me satisface plenamente, sino que me encanta, como es no solo mi labor de investigar, congresos o publicaciones, sino sobre todo formar a los futuros docentes de nuestros centros educativos.

No estaba en mis cálculos ni en mis previsiones ni volver siquiera al mundo de la política ni menos a liderar esta candidatura. Pero la vida tiene circunstancias y contextos imprevistos que te hacen tomar decisiones que igual no habías pensado hace unos meses.

- En el origen de los conflictos internos del PP en 2017 estaba la 'bicefalia' entre Presidencia del Gobierno y del partido. Ahora mismo, a la espera de ese congreso, esos ámbitos vuelven a separarse. ¿Cómo es su relación con Alberto Galiana, con quien ya trabajó en Educación, y cuál es su visión sobre si las presidencias de Gobierno y partido deben estar separadas?

- Empezando por la relación con Alberto Galiana, cualquiera que le conoce solo le puede tener una amistad y un cariño especial, porque es muy difícil encontrar personas, no solo en la política, sino en la vida, como él.

Lo conocí como jefe de servicio en Educación cuando yo era consejero, todas las voces dentro y fuera me decían que era la persona que sabía, que era competente, ética, era él. Me costó muchísimo, una larga conversación con él, como ahora me ha pasado quizá a mí, para que fuera subdirector general. Él no tenía ninguna aspiración ni había estado en el mundo político, se consideraba un funcionario en el mejor sentido del término, un servidor público, pero como es una persona comprometida, entendió que si podía ayudar al proyecto educativo lo haría.

Cuestiones de la vida, acabó siendo un magnífico consejero de Educación y, ahora mismo, estaba alejado del mundo de la política y, por compromiso moral y personal ha ayudado yo creo de una manera extraordinaria a este partido asumiendo la presidencia. Es un lujo tener un presidente como Alberto.

Aquí no hay bicefalia, sino algo que está perfectamente establecido. Le puedo poner como ejemplo el caso más reciente el de la Comunidad de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso. Y aquí mismo en La Rioja, Concha Andreu era solo la candidata.

- Y mire cómo terminó esa cuestión.

- Yo ya he emitido mi juicio. ¿Cómo ha acabado? Depurando ese proceso desde el gobierno. Cuando confundimos el gobierno, que está elegido por los ciudadanos y por el parlamento para dar servicio a los ciudadanos, mejorar la calidad de vida de La Rioja y tener una estrategia de gestión eficaz para los riojanos, y lo utilizamos para penalizar o castigar a los rivales políticos, unificar tu partido y hacerte con el poder del partido.

Yo eso no lo haría nunca, porque creo que eso es una perversión de la misión real de un Gobierno, y por eso no deben confundirse las cosas. El partido es el partido y tiene su vida y, si yo como candidato gano la confianza de los ciudadanos, me dedicaré a lo fundamental, que es a gobernar y tener un proyecto para construir el futuro de La Rioja, no para depurar las cuestiones internas. Porque los ciudadanos eso no lo perdonan, nos da mala imagen y hacen que luego se vea en la política una mezcla de cosas que creo que hay que hacer de manera diferente.

Yo no veo una bicefalia, sino una sintonía muy buena con la estructura organizativa del partido y con Alberto Galiana, que además lo ha dicho pública y claramente, que viene para apoyar al candidato y ser de ayuda.

Estas cosas, que además son complejas orgánica e incluso normativamente, ahora mismo son de muy poco interés. No creo que ahora un ciudadano por la calle sepa qué es el Comité Ejecutivo Regional o la bicefalia. Lo que dice es 'tengo unos recibos de la luz insoportables', 'me he quedado sin trabajo', 'quiero que mis hijos estudien', 'no me atienden bien en urgencias'... Si nos desviamos de eso, creo que contribuimos a la mala imagen que por desgracia tiene la gente de la política.

Quizá porque vengo de estar fuera, que parece un pecado, ocho años fuera de la política y en la vida ciudadana normal, quizá tengo una sensibilidad especial para lo que todos hablamos en las cafeterías, con los amigos, en la familia... Yo vengo con la decidida voluntad de ocuparme en eso, para eso sí vale la pena sacrificar tu tiempo personal y profesional. Para lo otro, la verdad es que no.

Líneas prioritarias del proyecto

- Le toca ahora empezar a convencer a los riojanos y riojanas de que su proyecto es el mejor. ¿En qué prioridades se va a basar? ¿Cuál es el diagnóstico que están haciendo de la situación de La Rioja?

- Como se ve con mi comité de campaña, que es el que va a construir ese proyecto, se ha focalizado, no en las personas, en las sensibilidades de un partido, sino en qué grandes proyectos y en qué ámbitos. Si uno ve las diez áreas en las que lo hemos plasmado, puede tener muchas pistas de por dónde vamos.

Por ejemplo, hay un área de patrimonio natural, que tiene que ver con la importancia que el paisaje tiene para esta región. Hay otra sobre política internacional, Europa y fondos europeos. Yo creo que La Rioja tiene en este caso, como España, una oportunidad de oro con los fondos que Europa ha destinado a seis años. Nos quedaría, en caso de contar con la confianza de los riojanos, una labor de canalizar las inversines más importantes que se van a hacer en La Rioja en los próximos años. Si aprovechamos bien esa oportunidad, estaremos construyendo el futuro de La Rioja y una Rioja mejor para todos. Si la desaprovechamos, será una oportunidad histórica perdida que no nos podemos permitir.

Hay unos fondos, unos peoyectos que vertebran la región y algunos de ellos creo que están totalmente desenfocados o no van a generar, como por ejemplo el del Valle de la Lengua. Creo que es un ámbito que conozco bien por haber desarrollado la estrategia de lenguas del Ministerio en el exterior, de haber trabajado en el ámbito del español muchos años y de haber visto además cuando estaba en Londres cómo otras comunidades autónomas como Castilla y León o Andalucía desarrollaban toda una industria del español, del turismo idiomático, muy efectiva, que ha generado academias, visitas, riqueza, desarrollo en muchos ámbitos... Aquí está por crear y en los proyectos que yo veo no entiendo qué se va a crear para que cuando acaben los fondos queden en el territorio actores, industrias en torno al español que generen un desarrollo sostenible. Eso, que lo podemos multiplicar a las cuatro áreas, creo que es fundamental. No desaprovechemos esa oportunidad magnífica para que haya transformación, mejora y que asentemos infraestructuras y acciones que van a quedar cuando esos fondos no vengan, porque hay que saber que es algo temporal.

- ¿Qué otras líneas prioritarias puede citar?

Hemos dispuesto áreas muy estratégicas, como es el desarrollo industrial, la innovación, la atracción y captación empresarial, lo digital... Y también la lucha contra la despoblación rural. Yo estos días he empezado a visitar municipios y he visto que si una pequeña localidad tiene un resturante, que le da valor, que hace que la gente se desplace, que genera empleos, y sus facturas de la luz se han disparado de 1.000 euros a 3.000 o 5.000, te dicen que tienen que cerrar ineludiblemente. Si tenemos los fondos en la ADER y no estamos pudiendo canalizarlos a las necesidades que tienen nuestras empresas o las familias, al final estaremos perdiendo una oportunidad. Si no hay desarrollo rural, y lo sabemos todos los que hemos vivido en municipios, acabarán sin vida. Si un municipio no tiene servicios nos los estaremos cargando, y son una riqueza de esta región. La Rioja no existe, lo que sí existen son 174 municipios. Muchos los conozco, pero eso es una foto del pasado y hay que tener una actualizada de qué demandan. Los voy a recorrer todos. Para hacer un programa real, realista.

- ¿Usted es defensor entonces de que La Rioja se conquista todavía en los pueblos?

- Soy defensor de que La Rioja son sus pueblos. Nadie puede estar en La Rioja, habrá estado en Cervera, San Vicente de la Sonsierra, Nalda o Villavelayo. La Rioja es una abstracción, no es otra cosa que sus municipios. Todos tenemos un pueblo. Luego ya está el Gobierno con la visión de conjunto y que intenta un desarrollo equilibrado.

Y se fija población con cosas tangibles, no hablando de españa Vaciada o Reto Demográfico. Todo eso está muy bien, pero quizá por mi herencia y como me he criado en un municipio, hay que aterrizar estas cosas en la realidad, si no damos desarrollo, generamos industria y servicios...

“No he venido a confrontar con nadie”

- No va a poder confrontar con Concha Andreu en el Parlamento. ¿Cuál va a ser la línea para oponer su proyecto al del PSOE, que va a tener un canal de comunicación más amplio?

- Yo soy muy claro, es que no he venido a confrontar nada con Concha Andreu. Es una presidenta que ha salido de un gobierno legítimo, pero sumando una mayoría parlamentaria que yo nunca haría, que es entregando o sacrificando fondos de los riojanos, altos cargos y consejerías para gobernar. Pero es un gobierno salido de las urnas con un mandato para gobernar hasta 2023.

Yo vengo a intentar gobernar de 2023 adelante. Mi proyecto no puede estar mirando al pasado, tiene que estar orientado a mirar al futuro. Para lo que yo he decidido dar este paso adelante es para intentar tener un proyecto solvente y gobernar de 2023 a 2027.

Soy un candidato que viene a presentar un proyecto alternativo de futuro. Me tengo que centrar en eso y no he venido a confrontar con nadie. Vengo a ofrecer, que creo que es sano y bueno para los ciudadanos riojanos, otro proyecto, para que puedan comparar y decidir lo que crean que es mejor para ellos y su futuro. Creo que vengo a hacer política en positivo, lo que todos deberíamos hacer y lo que los ciudadanos esperan. Están muy hastiados de la política de confrontación que no lleva a nada. Lo que lleva a algo es la construcción de alternativas.

- ¿En ese caso su modelo estaría más en Núñez Feijóo o Moreno Bonilla que en Díaz Ayuso?

- Sin duda, está en Alberto Núñez Feijóo. Una persona a la que he conocido y parte también de mi decisión final es que me sumo a un proyecto de una persona que me ha demostrado solvencia técnica y profesional, de ser un gestor eficiente en los servicios públicos. Un poco en paralelo a lo que comentaba de Alberto Galiana o mi propio caso.

En una España donde, con la irrupción de la nueva política y los diferentes partidos y movimientos ciudadanos, se olvidaron las mayorías absolutas, en Galicia es un presidente de éxito en el que sus ciudadanos, de manera mayoritaria, ha apostado por su proyecto. Por tanto, es un político solvente, que sabe como gestionar y me parece que es el modelo que, ojalá, con el apoyo de los ciudadanos, sea también el modelo que tenemos para España.

Ese es mi modelo y en la medida en que La Rioja pueda contribuir a que ese proyecto sea una alternativa solvente, creíble y eficaz para los ciudadanos, para tanta gente desencantada con el proyecto fallido de Pedro Sánchez y Podemos en el gobierno nacional, será parte de esa línea y de ese modelo, de una renovación con la que me identifico plenamente.

- Ha afirmado que no mercadearía con votos de otras fuerzas políticas, pero ¿pactaría con otras formaciones en base a un proyecto?

- En esa línea de esa política en positivo que creo que vengo a hacer, porque es en la que creo de verdad, creo que hay que hacer mucha didáctica en esto. Cualquier organización política que en un sistema democrático como España y en ese mundo plural, cualquier alternativa, defienda las ideas o proyectos que sea, que cuente con el apoyo de los ciudadanos y se siente en el Parlamento es un representante legítimo. Los ciudadanos son mayores de edad, autónomos y tienen criterio.

Por la misma razón de ser, la única cosa no aceptable es la violencia, partidos que apoyen la violencia o que lleguen por vías violentas, no democráticas. Quien lo haga con un proyecto, de la naturaleza que sea, y tenga el apoyo de los ciudadanos, está democráticamente refrendado y representa a una parte de la sociedad.

Con toda organización política que tenga el favor de los ciudadanos, que sea representativa de unas elecciones democráticas, se puede sentar y dialogar y el obligatorio sentarse y dialogar. Ahora bien, nunca cambiaría llegar al poder o gobernar por una consejería, por unos puestos seguros muy difíciles de entender, que cuestan varios millones de euros todos los años a los ciudadanos de La Rioja, solo porque me dan un voto en el Parlamento. Eso es inexplicable e inaceptable bajo mi punto de vista. Políticamente es legítimo, pero moralmente para mí no. Y si separamos la ética de la política llegamos a la política de Maquiavelo, donde el fin justifica los medios. Los medios son tan importantes como el fin, no todo vale en política.

Desde el punto de vista ético y político, me sentaría, dialogaría, hablaría. De proyectos, de ideas, de apoyos. Pero nunca lo entregaría a cambio de una consejería para una persona, de x directores generales, de x altos cargos... Eso no. Y también, por mi forma de ser, por mi cosmovisión y por cómo creo que es la inmensa mayoría de la sociedad riojana, a la que le gusta la moderación y la sensatez, sería muy difícil que yo llegara a un acuerdo con fuerzas extremas o maximalistas o radicales.

Creo que la gente pide de la política tranquilidad, certidumbre, propuestas, soluciones... No radicalizar. Por cómo soy, sería muy difícil que yo llegara a un acuerdo con las fuerzas políticas de extremos, por muy legítima y que haya tenido apoyo de la ciudadanía. No encajaría con los valores del PP ni el proyecto que vamos a presentar.

Jamás haré lo que hizo Pedro Sánchez. No puedo decir que no gobernaría jamás con Podemos y al día siguiente hacerlo. Eso lo puede decir quien sea, Gonzalo Capellán, no. Yo no lo haré jamás, porque a mí me han educado en que uno se acuesta todos los días consigo mismo, con su conciencia, tengo principios, y mi dignidad está por encima incluso de cualquier valor, ideología o siglas. Yo nunca, nunca diré 'no voy a pactar con no sé quién' y al día siguiente lo haré.

- Por los contactos que ha mantenido en estos días en los diferentes municipios, ¿ve a La Rioja preparada para una vuelta del PP?

- Sí, es una de las cosas que me han llenado de energía e ilusión estos días. Veo a muchos sectores y muchas personas defraudadas o no satisfechas con las políticas del gobierno actual, con la gestión de La Rioja, de sus municipios, de ciertas políticas sectoriales. Pero, a la vez, he visto que hace meses, hay que reconocerlo, había una desesperación. Decían 'No vemos gobierno, pero tampoco nadie enfrente. ¿Qué hace el Partido Popular? ¿Qué hacéis divididos?'.

Y en esta semana, cuando he empezado a ir a municipios, o saliendo a la calle, he visto que decían '¡Qué bien. Por fin un candidato. A ver si hacéis un proyecto solvente'. La gente quiere tener alternativas para elegir y veo mucha ilusión. No desdeñemos la política, porque es muy importante para nuestras vidas. Participemos, porque si no deciden por nosotros. Y hagámoslo con el mayor número de propuestas y alternativas sobre la mesa porque es más rico. En esa dinámica estoy y a eso voy a intentar contribuir. Creo que cada día va a ser más viable, más creíble y va a tener más apoyo y más ilusión en la gente.

- Aunque no es su competencia, ¿le gustaría que se cerraran pronto los candidatos de los diferentes municipios? ¿Le han pedido aportaciones?

- La sensación es que ya estamos en campaña, pero mejor que no, porque otra de las cosas que nos queman a los ciudadanos es estar diez meses en campaña. A mí no me gusta ir por delante de los acontecimientos, me gusta programar y poner cada cosa en su sitio. Adelantarme al momento de febrero no toca. Eso llegará. Pero yo he dicho qué me va a ocupar día y noche de lunes a domingo. Porque es una tarea ingente. Recorrer 174 municipios, hablar con la gente, de ahí salen conclusiones, diagnósticos que hay que organizar... También quiero escuchar a las asociaciones, sectores... Eso es lo que toca ahora y es lo prioritario, para lo que tienen que ser estos meses.

Además, tenemos más de 100 alcaldes que han gobernado y que merecieron el favor de los ciudadanos. Habrá que saber qué quieren hacer, qué proyecto tienen, qué necesidades hay en el municipio... Sin esa información, hablar del proceso de hacer candidaturas para mí es empezar la casa por el tejado. Ese tiempo no ha llegado.

Hay poco tiempo y otros tiempos son otros tiempos. Para empezar porque esta nos presentamos a las elecciones desde la oposición. Mi intención es trabajar, trabajar y trabajar, y construir ese proyecto. No he venido aquí para presentarme con las manos vacías. Si los ciudadanos apoyan mayoritariamente nuestro proyecto, en junio sucede todo muy rápido. ¿Qué haces entonces, empezar a pensar? Yo no voy a ir a improvisar, me considero una persona seria. Para decir al día siguiente, no pasa nada, maquinaria en marcha porque sé lo que hay que hacer, tenemos las ideas y las propuestas.

Etiquetas
stats